Perras domingo, 28 de marzo de 2010

¿Quién no ha escuchado alguna vez el tan temido "Mi amor, no sabes que gracioso..."? Sí, lo escuchaste, esa noche en la que estaban los dos tranquilos, por mirar una película, el helado llegando felizmente en la motito del delivery... Esperás que sea la noche pacífica y soñada que planeaste, con tus dos cuartitos de Yomo y la de vampiros sueca que descargaste exclusivamente para ver con él. Pero no, en ese momento al ocurrente de tu novio se le tiene que cruzar por la mente contarte cual chiste de Corona un momento “comíquisimo” que vivió la noche anterior con su grupo de amigos.

Para empezar, necesitamos hacer una distinción: casi siempre, lo que a ellos les resulta sumamente cómico, a nosotras nos resulta desagradable/obsceno/innecesario. Generalmente, la sucesión de hechos indignantes comienza con un momento de silencio previo, a veces hasta se puede oler la tensión en el aire, continuado por una leve palmada en la sien o alguna expresión física de sorpresa al estilo "ah! mirá lo que me acabo de acordar" y ahí sí, ahí llega... Lo estás sintiendo... LLega, señoras y señores, la frase única, the only, la que te hace saber que se avecina algo terrible... "Amor, no sabés que gracioso lo que me pasó ayer..." [ A VER, QUE TE PASÓ LA CONCHA DE TU MADRE... ] "Estaba con los chicos por entrar al boliche, pero me agarró sueño y me quedé durmiendo en el auto... Cuando me desperté estaban los chicos con unas minas que acababan de conocer encima de ellos, en bolas, petes por todos lados, no sabés lo que era! Obviamente yo seguí durmiendo... Después nos cagabamos todos de risa!". Disculpame, todos no. Yo NO me estoy riendo. Me ves riéndome? Claro, vos sí, reite, REITE HIJO DE PUTA, vamos a reirnos todos, por qué no? Tu cara lentamente se va desfigurando, pasa de la sorpresa, del no poder creer que tenga una deficiencia mental tal que no le permita darse cuenta que no, que no te va a causar gracia, a la indignación, en tan solo segundos. Al ver tu cara, el rey de la comicidad se dá cuenta del grave error que acaba de cometer, pero su orgullo no le permite reconocerlo, por lo tanto, cuando empezás a gritar, a hacer comentarios sobre la hilarante situación o simplemente aplicás la famosa ley del hielo, se indigna, a lo cual responde casi siempre con un "listo, nunca más te cuento nada... Al final, preferís que te mienta...". NO! No papito, no me mientas, pero seamos honestos, la sinceridad está sobrevalorada, no necesito que me cuenten algo por lo cual jamás pregunté.

LLamemoslé falta de tacto, pensemos que lo hacen sin querer, dudemos de su supuestamente elevado coeficiente intelectual y comencemos a preguntarnos por qué. ¿Por qué estoy con él? ¿Por qué no hago algo mejor con mi tiempo, como aprender a tejer con palitos chinos o armar muñequitos con frutas y legumbres? Por qué no soy asexual, célibe o me retiro a un templo y hago un voto de silencio para no tener que escuchar tantas pelotudeces? Quizás una solución posible sea proponerle hacer juntos un curso de comedia, en el cual él pueda aprender la diferencia entre lo gracioso y lo desubicado. Porque, vamos chicos, la línea que separa a ambos es delgada, pero visible. Así que mejor pongámonos los anteojos de la ubicación y aprendamos a separar, escapémosla a la violencia marital y evitemos confundir "gracioso" con "lo que a mí me resulta cómico pero a mi chica probablemente no".

Evitá la violencia chiquito, CHOOSE LIFE.


By Gabba

Perras viernes, 26 de marzo de 2010

Hay momentos en la vida, en la que ciertos estados de tristeza normal, pueden culminar en trastorno depresivo mayor, psicosis, muerte y/o envío de mensajes de texto indebidos.

Y así se encuentra una un día soleado o para empeorarla nublado o de lluvia, de buen humor, proyectando muchas ideas para tu vida tales como empezar un curso de italiano, retomar el gimnasio, ir a natación, etcéteras, hace dos, tres... quizás un poco más, dígase cuatro, por qué no cinco meses que terminaste ESA relación traumática de uno, dos quizás tres por que no cuatro años con ESE novio con el que pasaron todas, y si, te hacés la superada pero en el fondo estás bastante hecha concha, lo único que te demuestra que no estás tan grave, es que desde el tan recordado "día del adiós" no venís dejando un títere con cabeza, y es más hasta agarraste alguno de los títeres medio de novio para intentar llenar algunos de los espacios que el gil de tu ex dejo en tu pecho, arrasando con tu capacidad de concentración, tu fuerza de voluntad, ganas de vivir y todas esas cosas lindas, dejándote solo una sensación de frustración, desilusión por qué no decepción y angustia. Pero en este día, que todo marchaba mas o menos bien, de pronto te acordaste que el boludo que habías agarrado de novio, hace dos días se cansó de estar teniéndote la vela mientras vos llorabas por un pajero todavía más pajero que él, se tomó el palo como el mejor y se esfumó para nunca mas volver.
Y ahí estás vos... sola, en diciembre, marzo o julio, época de mesas de examen, todas tus amigas están con su novio o rindiendo materias, y vos que estabas deprimida no agarraste ni la revista billiken para mirar los dibujitos de la tapa, sin nada que hacer, se te ocurre la idea que va a arruinar el resto de tu día, llevándote a terminar llorando en la cama tras haber mirado las 97 fotos en las que tu ex novio está etiquetado, por milésima vez en la semana, sí, vas a dirigirte a tu teléfono celular que reposaba tranquilo en la mesa de luz de tu dormitorio, pensando "quizás sonó y yo no lo escuché" "quizás hay un mensaje de alguien interesante que te alegra el día... pero no, prendés la pantallita de tu celular, en el cual hay CERO mensajes recibidos y brilla irónicamente la leyenda "CLARO" ... ¡CLARO que nadie te escribe! ni siquiera un puto mensaje del club personal, o de la comunidad movistar, ni siquiera te escribió tu mamá diciéndote que bajes la ropa del tender, la depresión que sobreviene a esto es automática, no tiene período de latencia asintomática ni nada, causa pucherito con casi llanto y parece que una fuerza sobrenatural te lleva automáticamente a la computadora e inicia sesión en facebook, para que puedas ver todas las fotos de tu ex novio y deprimirte con sus nuevas amistades o con quién le firma el muro, enterarte que empezó el gimnasio, que hace todas las cosas que vos le decías que haga, o que el te decía que iba a hacer y no hacía, que sacó el carnet de conducir, rindió la última materia, consiguió un laburo, dejó de drogarse, etcétera. Pero no todo es tragedia en esta vida, todos estos síntomas solo duran un rato, porque vos sos una chica de recursos... podés mandarle un mensaje al boludo ese que está atrás tuyo y que vos no lo tocas ni que fuese el ultimo hombre de la tierra , pero que sabés que te va a contestar, podés sacar 20 capítulos para mirar de cualquier tipo de serie, podés llamar a tu hermana mas grande (/prima, /amiga sabia) que te va a decir por qué tu ex no te conviene, y te va a lavar el cerebro haciéndote sentir la reina de los 7 mares.
La etapa de la soledad del celular, solo se da entre que un chongo desaparece y el otro nace, pero hay que saber prevenirla dados los estragos que puede causar en la salud bio-psico-social de un sujeto, abrí tus puertas, conocé gente, tené muchos grupos de amigos/as, tené tu equipito suplente. COMBATÍ LA SOLEDAD DEL CELULAR: vamos, ya es hora de que saques a tu ex novio de tus números gratuitos para llamadas y mensajes, poné a tu mejor amiga!


By Mica C